La estrucura populosa provoca nuevos fenómenos sociales:

Una huella al rol que juega el gobienno proviene de escuchar a qué dice las direcciones sobre la natalidad nacional. En realidad apenas puede hacer poco a cambiar el destino de la baja de natalidad, porque probablemente solo reduce la velocidad de la caída en el nacimiento que pudiera ocurrir en todas formas. Se perfila el cambio de construcción de poblacional como una fuerza inexorable que, antes de que sucumba a caprichos de los líderes, choca a ellos y transformar el proceso histórico.

Muchos quiáz hayan odio mencionar un concepto que creciendo la populación llegará un día que no es suficiente para todos y lo venidero es la hambruna. Si no hayan sueñado algo de esto, no pasa nada. No se trata de convencido. Que esto no es totalmente correcto incluso menos en respecto al fenómeno que ahora ocurren un muchos países desarrollados. Después del estado da el paso a prosperidad y la paz estable, y posee un sistema mediático bueno, desde la baja natalidad y alta fatalidad, se transforma en que la natalidad empieza a subir, y la fatalidad marcha lo contrario. Más tarde La natalidad se baja, igual que la fatalidad. Esto no es nada mal sino que tienen muchos adultos y menos niños y mayores quienes necesitan tratarse cuidadamente. El país se trata de un potencia de laboral fuerte. Luego, como consecuencia enseguida, el país empieza a envejecer.

En la última etapa, la natalidad es baja que la fatalidad. Excepto que el país aceptan numerosos emigrantes. Unos intelecturales opinan que esto es la fatal para todo el mundo. El concepto se base en hoy en día la gente le gusta gozar su propia vida y no hace falta que casarse por la presión de falimia o de anbiente social. Es decir, no se da a luz los niños por la obigación sino por ofrecerse volutariamente.

De esta forma, lógicamente recude la preción de los recursos naturales. Pero la ovación viene aplazada. La escasa población tambíen no es fácil de tratar. Replantear las ciudades y pueblos, reduce la pensión, etc. Tras la razonable tendencia esconde mucha decepción.